Thursday, January 31, 2008

DESCRIPCIÓN

EL ARCA es una antología de relatos y cuentos que juega con el concepto del bestiario clásico, la leyenda del arca de Noé y el alfabeto castellano. Participan en este conjunto 31 escritores de América Latina y España.

A cada escritor/a le fue asignada una de las 29 letras del alfabeto; con dicha letra debía escribir un relato inspirado en un animal real, ficticio o mitológico. No era necesario, sin embargo, que el personaje principal del texto fuese el animal seleccionado, pero dicho animal debía ser mencionado claramente al menos una vez.

Además de la fauna por orden alfabético, EL ARCA incluye dos ficciones complementarias: una dedicada a Noé y otra a un animal polizón.

EDICIÓN PERUANA

EL ARCA/BESTIARIO Y FICCIONES: ANIMALES DE ANTOLOGÍA POR NARRADORES HISPANOAMERICANOS
La Buena Vida Ediciones, Lima, 2008 [ISBN: 978-603-45224-0-4]


EDICIÓN CHILENA

EL ARCA: BESTIARIO Y FICCIONES DE TREINTAIÚN NARRADORES HISPANOAMERICANOS
Sangría Editora, Santiago de Chile, 2007 [ISBN: 978-956-8681-00-5]
www.sangriaeditora.com


LECTURA ONLINE

Lee un fragmento de EL ARCA en la revista Los Noveles:

http://www.losnoveles.net/pdf/arca.pdf



PRENSA

El Arca, Cecilia Eudave y Salvador Luis
Reseña en el blog Las Flores del Marinero
Julio, 2009

Como su bíblico título lo sugiere, leer El arca es como pasear por los compartimentos de madera de la embarcación de Noé, con el ansia y la emoción de encontrar un animal distinto conforme avanzamos. Al leer El arca, ocurre lo mismo que cuando se pasea por el zoológico, se lee un libro de zoología, o se ve el National Geographic o el Discovery Channel por primera vez: nada nos garantiza que nos gustarán todos los animales que descubrimos, pero eso no nos quita los deseos de descubrir una nueva especie o, en el caso de El arca, llegar a la letra z. [Leer más]

El Arca de narradores
Diario La Primera, Perú

Agosto, 2008
"¿Seria correcto decir 29 bestias han escrito cuentos referidos a animales? No. Pero eso se afirma también del prologuista, como de los autores de los cuentos. En efecto, El Arca. Bestiario y ficciones. Animales de antología por narradores hispanoamericanos, es una selección de Cecilia Eudave y Salvador Luis, con prólogo de Diego Trellez Paz. Sin embargo, más allá de la anécdota y formas irreverentes que trasuntan el libro, hay cuentos muy logrados. Resaltan Carmen Camacho (España), Efraim Medina Reyes (Colombia), Rosa Elvira Peláez (Cuba), Mónica Bélevan (Perú), Ignacio Alcuri (Uruguay) y Mayra Santos-Febres (Puerto Rico)."

El Arca: Bestiario y ficciones

Escrito por Enrique Sánchez Hernani, suplemento El Dominical, diario El Comercio, Perú

Julio, 2008
"Recordando la tradición de los bestiarios medievales, este libro nos presenta una fauna variopinta y en su mayor parte real. Se trata de veintinueve textos que abordan, cada uno a su manera, a una criatura. La procedencia de los autores es de diversos países del ámbito hispano, lo que le da una utilidad adicional: puede leerse también como una muestra de narrativa hispanoamericana actual."


El arca
Escrito por Rodrigo Pinto, revista Sábado, diario El Mercurio, Chile

Mayo, 2008

"[...] los bestiarios tienen una ancha tradición en la literatura universal, actualizada gracias a la propuesta que los compiladores hicieron a un grupo de jóvenes escritores para ofrecer esta antología de "bestiario y ficciones de treintaiún narradores hispanoamericanos". Interesa no sólo por el tema de la antología, sino también por la oportunidad de ampliar el conocimiento sobre nuestros literatos."

El arca
, siempre me he sentido polizón

Escrito por Maurice Echeverría, sección La Columna, diario El Periódico, Guatemala

Abril, 2008

"[...] Tanta libertad dada a los participantes es la que dio al fin el resultado: un libro fresco, que cumple con mostrar lo que los escritores emergentes de Latinoamérica –no por ello necesariamente bisoños– están haciendo. Así que este abecedario–bestiario tiene otra función alterna, quizá no consciente: reunificar aquel espíritu literario continental que ya se había perdido, y del cual ya sólo fue quedando un eidolon de magras dimensiones, dinamitado por demás en multitud de fragmentos incomunicados. La aglutinación no es algo que pueda darse artificialmente. Es preciso pegar los pedazos con ternura editorial."

Chapines brillan por su arte: Maurice Echeverría
José Luis Escobar y David Lepe, sección Dominical, diario Siglo XXI, Guatemala
Abril, 2008


“Ya tengo en mis manos la edición chilena, y es una edición honrosa a más no poder. Ade­más el trabajo de antología, es un trabajo lúdico, sobrado, en­tre­gado, de grandísima amistad editorial”, indica el autor.

El Arca, bestiario y ficciones de treintaiún narradores hispanoamericanos es una antología publicada simultáneamente por dos editoriales: Sangría (Chile, 2007) y La Buena Vida Ediciones (Perú, 2008). La obra reúne a escritores latinoamericanos que en la actualidad rondan los 30 años de edad y en ella ha sido incluido el escritor y columnista Maurice Echeverría.


Publican El arca, animalesca antología de cuento hispanoamericano
Escrito por Alfonso Cortínez T., sección Cultura, diario Las Últimas Noticias, Chile

Febrero, 2008

"[...] Con esa particularidad metodológica, la de desafiar a los antologados al lúdico pero riesgoso ejercicio de la escritura por encargo, el libro esquiva las pretensiones canonizadoras de las antologías habituales de escala continental, como la mencionada Bogotá 39, de cuya sombra –para decirlo futbolísticamente– consigue desmarcarse hasta en la factura editorial: mientras aquélla es elefantiásica, El arca cabe en un bolsillo."

EL ARCA, compilación de Cecilia Eudave y Salvador Luis

Escrito por Luis Valenzuela Prado, artículo completo en Sobrelibros.cl
Enero, 2008

"[...] El título de este libro implica volver a un inicio: clasificar o salvar a las especies. Volver al inicio y desde la lengua castellana posicionar a un grupo de escritores latinoamericanos, subirlos al arca. En su prólogo, el escritor peruano Diego Trelles Paz dice que “la mayor particularidad de esta antología de relatos inspirados en animales es la diversidad de los acercamientos permitida por el planteamiento lúdico, abierto, libre, alegremente caótico con el que se fundó y planeó esta embarcación flotante desde un principio”. Estos acercamientos son partes de una base similar establecida para cada escritor al comienzo de la convocatoria: elegir un animal real o engendrar una criatura ficticia a partir de una letra del alfabeto, con una trama, temática y estilo absolutamente libres."

Mención en Moleskine Literario de Iván Thays (publicación de la versión chilena)
http://notasmoleskine.blogspot.com/2008/01/el-arca.html
Enero, 2008

Nueva editorial (El arca, primer libro de Sangría Editora)
Suplemento Artes y Letras del diario El Mercurio, Chile
Diciembre, 2007

"[...] El libro inaugural, de cuidado diseño, se titula El arca: bestiario y ficciones de treintaiún narradores hispanoamericanos, a cargo de la mexicana Cecilia Eudave (1968) y el peruano Salvador Luis (1978). Convocados bajo el motivo del diluvio y el arca de Noé, los trabajos se ordenan alfabéticamente: Araña, Benteveos, Cocodrilo... Entre los 31 participantes figuran Efraim Medina Reyes, Edmundo Paz Soldán y los chilenos Álvaro Bisama, Claudia Apablaza, Carlos Labbé y Alejandro Zambra."

FAUNA Y AUTORES


(LAS) AGUAS ABISALES Carlos Labbé (Chile)

(LA) ARAÑA Norberto Luis Romero (Argentina)

(LOS) BENTEVEOS Rosalba Campra (Argentina)

(EL) COCODRILO Eva Cabo (España)

(LOS) CHANCHOS Leonardo Valencia (Ecuador)

(EL) DELFÍN Ricardo Sumalavia (Perú)

(EL) ESCARABAJO Víctor Montoya (Bolivia)

(EL) F Efraim Medina Reyes (Colombia)

(LOS) GATOS Álvaro Bisama (Chile)

(EL) HARFARTUS Vizania Amezcua (México)

(LA) IGUANA Ignacio Alcuri (Uruguay)

(LA) JACA Carmen Camacho (España)

(EL) KOALA Mayra Santos-Febres (Puerto Rico)

(EL) LEÓN Alberto Chimal (México)

(EL) LLULL Viviana Paletta (Argentina)

(LAS) MARAS Mara Aguirre (Argentina)

(LA) NADA Claudia Ulloa Donoso (Perú)

(LOS) ÑAÑARAPUS Cecilia Eudave (México)

(LOS) OSOS Pedro Cabiya (Puerto Rico)

(EL) PULGÓN Claudia Apablaza (Chile)

(EL) QUIRÓPTERO Ricardo Silva Romero (Colombia)

(EL) RINOCERONTE Carlos Bustos (México)

(LA) SERPIENTE Jacinta Escudos (El Salvador)

(EL) TOPO Rosa Elvira Peláez (Cuba)

(EL) UNICORNIO Mónica Belevan (Perú)

(LA) VÍBORA Marcial Fernández (México)

(LA) W Edmundo Paz Soldán (Bolivia)

(EL) XANTI Salvador Luis (Perú)

(LA) YEGUA Elena Medel (España)

(LOS) ZANCUDOS Alejandro Zambra (Chile)

POLIZÓN: LA RUINA QUE VINO A SARA Maurice Echeverría (Guatemala)

SOBRE LOS COMPILADORES


Cecilia Eudave nació en Guadalajara, México, en 1968. Es doctora en Lenguas Romances por la Université de Montpellier, Francia. Ha recibido la Beca Nacional Salvador Novo en narrativa y ha sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Es editora de Hacia un concepto de poesía. Antología de poesía española contemporánea (1995) y autora de los libros de cuentos Técnicamente humanos (Plenilunio, 1996), Invenciones enfermas: seis narraciones bocabajo (Plenilunio, 1997), Registro de imposibles (Tierra Adentro, 2000), Países inexistentes (2004) y de Aproximaciones: Afinidades, reflexiones y análisis sobre textos culturales contemporáneos (Universidad de Guadalajara, ensayos, 2004). Asimismo ha sido antologada en Erótica (Edamex, 1997), Extremos (El Arlequín, 1998) y el Diccionario de Escritoras en Guadalajara (2002). Colabora con diversos suplementos y revistas culturales de su país y del extranjero, y es profesora e investigadora en la Universidad de Guadalajara. En 2007 obtuvo el Premio de Novela Juan García Ponce por Bestiaria vida.



Salvador Luis nació en Lima, Perú, en 1978. Estudió dirección de cine y literatura en la Universidad de Miami, donde actualmente cursa un doctorado en Lenguas Romances. Desde 2001 es director de la revista Los Noveles (www.losnoveles.net). Ha publicado el libro de relatos Miscelánea o el libro geminiano (Los Underdogs, 2006), el catálogo Rock duro y metal pesado (Los Underdogs, 2006) y la nouvelle Zeppelin (Ed. Casatomada, 2009). Como editor ha preparado las antologías Peruanos iletrados: narrativa peruana (2004), Banda aparte: antología de cuentos cinematográficos (2005), FantástiKA: nueva antología de literatura fantástica (2006, en colaboración con Cecilia Eudave) y Asamblea portátil. Muestrario de narradores iberoamericanos (de próxima publicación). Ha sido incluido en las compilaciones Seres de la noche (Plenilunio, 2006), Tripulantes: nuevas aventuras de Vinalia Trippers (Editorial Eclipsados, 2007) y Quince golpes en la cabeza (Ed. Cajachina, 2008). Su sitio web es www.salvadorluis.net

PRÓLOGO / EL EJERCICIO DEL CAOS: PANIC ON THE ACUATIC ZOO

Por Diego Trelles Paz
www.diegotrellespaz.com

La antología es un género singular y flexible: su naturaleza guarda una relación directa y proporcional con su finalidad. Las más frecuentadas no ocultan su afán de trascendencia: el antólogo persigue y captura la novedad literaria, reconoce sus procesos y testimonia el momento de la ruptura con lo anterior. Su aspiración secreta es la del demiurgo: quiere convertirse en el forjador de este recambio histórico, interpretándolo, busca patentarlo. Las antologías formuladas a partir de un eje temático, por su parte, suelen fortalecer la tradición de un género específico ajustando la selección de los textos a sus rígidas convenciones genéricas.

La empresa antológica implica la ordenación de un universo —el antólogo agrupa, jerarquiza, deslinda, enumera— y, sin embargo, si pensamos en el poderío ilimitado del juego en el terreno literario, esta aseveración tiende a ser relativa. De esta manera, imaginemos, el antólogo, más que una vocación por el orden formal tiene plena conciencia del caos y, sirviéndose de él, reinventa: no organiza, entrevera; no consiente, desafía; no adapta, subvierte. Su apuesta estética busca la complicidad del autor para rescribir estos géneros con la desfachatez lúdica de un palimpsesto. Los homenajea parodiándolos, los niega a medias, como si entre ambos —antólogo y escritor— existiera una alianza muda para contar las mismas historias, sólo que al revés.

Al respecto, no encuentro ejemplo más significativo que aquella advertencia de Ernesto Sábato (1911) sobre la manera como Jorge Luis Borges (1899-1986) concibe sus escasos relatos detectivescos, bajo una especie de particular estela metafísica: “A Borges le gusta confundir al lector: uno cree estar leyendo un relato policial y de pronto se encuentra con Dios o con el falso Basílides”.1 La referencia a Borges es relevante si de alteraciones y transgresiones se trata. Bastará recordar que, aún siendo un amante de las formas clásicas, en sus relatos policiales prima lo inaudito: la oscuridad y la extrañeza se imponen a la razón y a la justicia, y, así, entre enciclopedias apócrifas, falsos escenarios y espejos enfrentados que se perpetúan hasta el infinito, el asesino da muerte al héroe.

Estas reflexiones iniciales —mi enfática apología hacia el desorden propiciado por el juego— surgen a propósito de El Arca, obra antológica de relatos y cuentos que, seleccionada por los escritores Cecilia Eudave y Salvador Luis, como en los bestiarios medievales, aunque sólo en apariencia, se presenta con la forma de un compendio alfabético de animales reales, soñados o imaginados cuyos actos remiten simbólicamente, y con cierto hálito moralizante, a los seres humanos.

Remarco el carácter de aparente porque, aunque la forma lo sugiere, no existe un ánimo abiertamente didáctico en estas narraciones y porque, si bien El Arca podría tener una descendencia remota tanto del Physiologus Graecus, primer bestiario de un autor griego anónimo que tanto entusiasma a Borges en su Manual de zoología fantástica (1957),2 como de las Etimologías de San Isidro de Sevilla, es mucho más probable que sus modelos de cabecera sean las ingeniosas variaciones hispanoamericanas de aquellos motivos.

Tenemos, así, además de la obra de Borges, los cuentos y las humoradas alegóricas de Juan José Arreola (1918-2001) que fusionan lo real con lo fantástico y lo natural con lo mítico. En el Bestiario (1958) de Arreola hay entre los animales y los hombres una relación de parentesco en donde, como señala Saúl Yurkievich, “[se] ennoblece lo animal y [se] degrada lo humano”.3 De esta manera, pues, el mono, aún pudiéndolo, se inhibe de ser hombre, las hembras insecto de la orden de los himenópteros son mujeres fatales que decapitan a sus pretendientes antes de llegar a la cópula, y el animal más popular entre la población no es otro que una hiena salvaje, necrófila y cobarde.

Otro antecedente medular es, sin duda, Augusto Monterroso (1921-2003). En La oveja negra y demás fábulas (1969), el autor tiende a la fábula satírica más que a otras formas similares, como la alegoría o la parábola, porque con ella consigue dar voz a una fauna variopinta que, en su cómica degradación, personifica y magnifica las contradicciones de la vida humana en sociedad. Tenemos, así, a un mono que queriendo ser escritor satírico desiste para no ofender a sus mecenas y amistades, y una sociedad de ovejas blancas que fusila a una oveja negra sólo para levantar luego una estatua ecuestre en su memoria.

Es, sin embargo, en el primer libro de cuentos de Julio Cortázar (1914-1984) donde se percibe la influencia más significativa en el planteamiento general de El Arca. En el Bestiario (1951) cortazariano el espíritu lúdico impera sobre cualquier categorización taxonómica. No se apela al orden del compendio ni a la asociación por parentesco porque la relación entre los animales y los hombres es difusa, oscura, conflictiva: está ligada al sueño o al delirio pero dentro de una realidad cotidiana para el lector, un contexto familiar y seguro que, de pronto, se ve violentado por la irrupción inesperada de lo anómalo. Es el caso de ese hombre común y corriente de “Carta a una señorita en París” que vomita conejitos vivos para criarlos luego en un armario.

En estos relatos iniciales de Cortázar hay, pues, una celebración de lo monstruoso: criaturas fabuladas (como las imaginarias mancuspias de “Cefalea”), animales zoomorfos y hombres animalizados que mutan, se metamorfosean y conviven en espacios públicos en donde la frontera entre lo sólito y lo fantástico se difumina. El juego imaginativo de Cortázar, o lo que el mismo Yurkievich llama “su libertad para desorganizar la disposición corriente de la realidad y […] reorganizarla según un modelo quimérico o utópico”,4 es, sospecho, algo que tuvieron muy presente ambos antólogos a la hora de convocar a estos treinta y un escritores que participan en El Arca.

La mayor particularidad de esta antología de relatos inspirados en animales es la diversidad de los acercamientos permitida por el planteamiento lúdico, abierto, libre, alegremente caótico con el que se fundó y planeó esta embarcación flotante desde un principio. Las reglas de Eudave y Luis (1. elegir un animal real o engendrar una criatura ficticia a partir de una letra del alfabeto; 2. el personaje del relato no tiene por qué ser el animal elegido, el enfoque puede ser oblicuo; y 3. la trama, la temática y el estilo son absolutamente libres) apuestan al riesgo sin mayor sobrecogimiento, se saben simulacros que incentivan la libertad creativa aunque tentando, con un guiño silencioso, el libertinaje.

Existe, pues, ese riesgo latente del relato a pedido que, sin embargo, más allá de algunas costuras apenas visibles, ha sido conjurado con una gama de propuestas de primer orden que van del relato alegórico a la humorada paródica, de la fábula fantástica con aliento poético a la parábola pulcra y minimalista, del cuento tradicional que roza anecdóticamente el tema propuesto al cuento fragmentario, ambivalente, incluso cáustico, en donde el animal elegido es casi accesorio.

El Arca, finalmente, en su generosa diversidad, con ese espíritu juguetón, desprejuiciado y altamente corrosivo con el que encara la empresa del bestiario, intenta seguir la ruta que el mismo Cortázar traza cuando señala que es “bueno seguir multiplicando los polvorines mentales, el humor que busca y favorece las mutaciones más descabelladas, [...] es bueno que existan los bestiarios colmados de transgresiones, de patas donde debería haber alas y de ojos puestos en el lugar de los dientes”.5



1 Citado en Jorge Lafforgue y Jorge B. Rivera, ed., Asesinos de papel 1977 (Buenos Aires: Ediciones Colihue, 1996), 135.

2 El Manual de zoología fantástica (1957) fue escrito por Borges en colaboración con Margarita Guerrero. En la edición de 1967 el libro se amplía —se agregan treinta y dos nuevos textos— y su título es modificado por el de El libro de los seres imaginarios.

3 Juan José Arreola, Obras. Antología y prólogo de Saúl Yurkievich (México DF: Fondo de Cultura Económica, 1995), 10.

4 Saúl Yurkievich, Julio Cortázar: mundos y modos (Madrid: Anaya & Mario Muchnik, 1994), 38.

5 Julio Cortázar, “Paseo entre las jaulas” en Territorios (México: Siglo XXI, 1988), 44. Citado originalmente por: María Ángeles Vásquez, “Manual de zoología fantástica de Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero” en Babab.com 4 (2000): http://www.babab.com/no04/jorge_borges.htm#01